Hay muchas maneras para revertir la destrucción de la naturaleza, y deben incluir esfuerzos de conservación más audaces y ambiciosos.
Sin embargo, también necesitamos cambios profundos en las formas de producción y consumo. Por ejemplo hacer que la producción y el comercio de alimentos sea más eficientes, se reduzca el desperdicio y proliferen dietas más saludables y sostenibles.
Los últimos estudios muestran que si no hacemos grandes esfuerzos para contrarrestar la pérdida de especies y la degradación del hábitat, seguiremos perdiendo dramáticamente la biodiversidad mundial.
Sin embargo, también nos muestran que podemos revertir la curva de esta tendencia no deseada y comenzar a estabilizar y después revertir la pérdida de naturaleza para que haya más naturaleza en el mundo de la que hay ahora.
Para lograrlo serán necesarios muchos esfuerzos en conservación y una producción y un consumo más sostenible. Ninguna de estas acciones por sí sola es suficiente.
Solo cuando las tres acciones se lleven a cabo a la vez, veremos que la pérdida de la naturaleza puede ser reversible, y serlo a la velocidad que necesitamos.
En 2021, Naciones Unidas reconocía el derecho a vivir en un entorno limpio, sano y sostenible como un derecho universal. Por lo tanto, ya no es una opción para los que gobiernan, es una obligación. Costa Rica añadió el derecho a un ambiente sano a su constitución en 1994. Las energías renovables ahora suponen el 99% de su mix eléctrico; las leyes prohíben la minería a cielo abierto y el desarrollo de petróleo y gas; y los impuestos al carbono pagan a los Pueblos Indígenas y agricultores para restaurar los bosques, que ya han duplicado su tamaño.
Las ballenas desempeñan un rol fundamental en el mantenimiento de la salud de los océanos, ya que fertilizan los ecosistemas marinos. Sus desechos fecales son ricos en hierro, ayudan a impulsar la producción de fitoplancton, una diminuta vida vegetal que desempeña un importante papel en nuestro océano, ya que captura alrededor del 40% de todo el dióxido de carbono producido y genera más de la mitad del oxígeno de la atmósfera.
A lo largo de su vida, una ballena captura la misma cantidad de carbono que miles de árboles. Sin embargo, las ballenas se enfrentan a múltiples y crecientes amenazas por parte de los humanos en sus críticos hábitats oceánicos. Entre las amenazas están los enmalles en las artes de pesca, las colisiones con los barcos debido a la contaminación acústica y el impacto del cambio climático que hace más difícil que las ballenas encuentren alimento. Ocho millones de toneladas de plástico entran en el mar cada año y las investigaciones muestran que las ballenas cercanas a las grandes ciudades ingieren alrededor de tres millones de microplásticos al día.
Recientemente, WWF, la Universidad de California en Santa Cruz, la Universidad Estatal de Oregón, la Universidad de Southampton y otros investigadores utilizaron 30 años de datos científicos para visualizar las huellas de los satélites de más de mil ballenas migratorias de todo el mundo, proporcionando la primera visión completa de sus migraciones y las amenazas a las que se enfrentan en todos los océanos.
A medida que las amenazas a las ballenas evolucionan, nuestro enfoque de conservación debe evolucionar con ellas en toda su área de distribución. La protección de corredores de ballenas ayudará a éstas y a muchas otras especies marinas a prosperar, a restaurar los ecosistemas oceánicos y a aumentar la resistencia al cambio climático.
Un gran aliado a la hora de abordar el cambio climático y la pérdida de biodiversidad es la propia naturaleza.
"Las soluciones basadas en la naturaleza" aprovechan el poder de la naturaleza para impulsar los ecosistemas, la biodiversidad y el bienestar humano y hacer frente ar los principales problemas, incluido el cambio climático.
Los líderes mundiales tienen una oportunidad de vital importancia para revertir la destrucción de la naturaleza y asegurar un mundo con una naturaleza en positivo, que beneficiará a las personas y al planeta. En diciembre de 2022, en la conferencia de biodiversidad de la ONU (COP 15), los líderes mundiales decidirán cuáles van a ser los esfuerzos para recuperar la biodiversidad durante la próxima década. Desde WWF pedimos a los países que intensifiquen la ambición y propongan un plan integral y basado en la ciencia listo para ser puesto en práctica con urgencia.
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Balancing the consumption of animal-sourced foods without risking the future of life on Earth