A medida que el cambio climático y la deforestación conducen a una reducción de las lluvias, podría alcanzarse un punto de no retorno (o inflexión) en el que las condiciones ambientales se vuelvan inadecuadas para la Amazonia.
Los impactos serían devastadores para las comunidades locales y la fauna, con pérdidas irreversibles de biodiversidad y valor cultural. Y es que esta selva hoy es el hogar de más de 47 millones de personas, incluyendo 2,2 millones de indígenas y habitantes tradicionales cuyas culturas están profundamente entrelazadas con el bosque, y además alberga más del 10% de la biodiversidad terrestre de la Tierra.
¿Estamos cerca de un punto de no retorno en la Amazonía? Varios estudios indican que se podría alcanzar un punto de inflexión si se destruye solo el 20-25% de la selva amazónica; hasta un 17% ya ha sido deforestado y las tasas actuales de deforestación podrían llevar a tal punto de inflexión en una década.
Ya el comienzo de 2024 ha traído más incendios récord, incluso en la temporada de lluvias.
Las especies de la Amazonia
Dos especies de delfines de río en peligro de extinción en el Amazonas vieron una disminución en las poblaciones monitoreadas del 65% y 75% a lo largo de 22 años.
Entre 1994 y 2016, la población de delfines rosados del Amazonas (también conocida como boto) disminuyó en un 65%, mientras que la población de la misma especie, más pequeña y conocida como tucuxi, disminuyó en un 75% en la reserva Mamirauá (Brasil).
Los delfines son vulnerables a quedar atrapados en redes de pesca y también son cazados para usar como cebo. Investigaciones recientes indican que la tendencia a la baja continúa y el cambio climático es una amenaza creciente. En 2023, más de 330 delfines de río murieron en solo dos lagos durante un período de intenso calor y sequía.
También está el jaguar, el felino más grande de las Américas y una de las especies más emblemáticas de la Amazonía. Requiere grandes extensiones de territorio para satisfacer sus necesidades esenciales; por lo tanto, una de las principales amenazas es la destrucción de su hábitat.
El jaguar también corre el riesgo de encuentros con humanos, especialmente cuando se atacan ganado u otros animales domésticos debido a su proximidad a poblaciones humanas en el contexto de la pérdida de hábitat y la disminución de sus presas naturales. Hoy el jaguar se ve amenazado por la caza para el comercio ilegal de su piel y partes.
Lo que podemos hacer
Debemos actuar ahora para proteger el Amazonas de daños catastróficos e irreversibles.
En WWF, estamos trabajando en muchos frentes para ayudar a asegurar el futuro de la Amazonia. Ayudamos a lanzar el programa de Áreas Protegidas de la Región Amazónica, la iniciativa de conservación de bosques tropicales más grande del mundo. Este proyecto ha creado 27 millones de hectáreas de nuevas áreas protegidas y ha mejorado la gestión de millones más en Colombia, Brasil y Perú.
Además de las áreas formalmente protegidas, proteger los derechos de los pueblos indígenas y sus territorios es fundamental para el futuro de la Amazonia. Casi la mitad de las grandes áreas silvestres en el Amazonas se encuentran en territorios indígenas, y los territorios de comunidades indígenas y tradicionales tienden a tener tasas de deforestación más bajas y mayor biodiversidad que otras áreas forestales, incluidas otras áreas protegidas.
Hoy, el destino de la Amazonía nos afecta a todos: todos necesitamos ser parte de la solución.